sábado, 2 de mayo de 2015

VENECIA

Que profunda emoción recordar el ayer
 cuando todo en Venecia me hablaba de amor
ante mi soledad en el atardecer tu lejano recuerdo me viene a buscar que callada quietud
 que tristeza sin fin
 que distinta Venecia si me faltas tu
 una gondola va cobijando un amor
 el que yo te entregué dime tu donde está.
 que tristeza hay en ti
 no pareces igual
 eres otra Venecia más fria y más gris
 el sereno canal de romantica luz
 ya no tiene el encanto que hacia soñar.
 Como sufro al pensar que en Venecia murio
 el amor que jurabas eterno
 guardar solo queda el adios
 que no puedo olvidar hoy Venecia sin ti que triste y sola está

 El día 24 de marzo hicimos mi marido y yo un viajecito a Venecia, aunque ya habíamos estado un día hará 7 años, esta vez el motivo fue más bien que queríamos ir a Padua a la Basílica de San Antonio pues se trataba de una promesa que había hecho yo.
El día que llegamos acertamos muy bien con el autobús que teníamos que coger en  el aeropuerto de Treviso, (es muy pequeñito) no tuvimos ningún problema, pues lo habíamos pagado por internet, el conductor nos dijo que con el justificante que llevábamos teníamos que sacar los tickets en una taquilla del aeropuerto y así lo hicimos, tomamos el autobús que nos dejó en la plaza Roma de Venecia y de allí hasta el hotel tomamos el vaporeto para llegar a San Marcos pues cerca de allí estába el hotel Ambassador Tre Rose, al llegar a la plaza de San Marcos preguntamos por el hotel en un bar y nos lo indicaron, estaba muy cerca. Hicimos el check in  en el hotel el cual era pequeñito pero muy cuco.



Estuvimos bien en este hotel era con desayuno que te lo daban en el hotel de al lado que era de los mismos pero estaba a pocos pasos.
El día siguiente amaneció lloviendo, menos mal que estábamos advertidos y llevábamos paraguas, esa mañana la dedicamos a visitar la Basílica donde está enterrado San Marcos el Evangelista, muy impactante,  y vimos también el tesoro y el museo, muy bonito todo e interesante, nos llamó la atención que los techos son de color dorado estilo Bizantino, los mosaicos y los cuatro caballos de bronce en tamaño natural, parece que originalmente llevaban una cuadriga, es como si fueran  a echar a correr de un momento a otro. Estuvimos también en la terraza donde hay una copia de los caballos y desde donde se divisa la plaza de San Marcos perfectamente.


TUMBA DE SAN MARCOS




MOSAICOS


LOS CABALLOS


El segundo día fuimos a Padua o Padova. Fue muy emocionante volver a visitar la tumba del Santo al que tanto le rezo cuando me desaparece algo. Costumbre que cogí de mi madre.



Nos fuimos primero en el vaporeto (7€) que son los autobuses acuáticos de Venecia pues por allí no circulan coches, habrá mucha gente que lo sepa, pero otros no, por eso lo indico. Con el vaporeto llegamos a la estación de tren cuya parada se llama Ferrovia y justo cuando bajas del vaporeto tienes la estación enfrente. El ticket del tren de cercanías se saca de una máquina, a veces hay que validarlo en otra. (4€) el viaje dura unos 40 minutos, pasas el puente de La Libertad que une Venecia con el continente, hay carretera para los coches también. Padua ya también la conocíamos de antes y solo fuimos a la Basílica la cual vimos con más detalle, he de decir que es preciosa y allí hay varias capillas parecido a una catedral y en una de ellas se encuentran las reliquias de San Antonio y en otra está el sepulcro. Quien quiera puede dejar una vela para que luego la enciendan las personas encargadas, las venden fuera de la Basílica y también hay una tienda dentro del monasterio.
Al salir fuimos a tomar un Spritz que es un aperitivo de aquella zona, desde que lo conocí hace siete años a veces me lo hago en casa. Lleva una parte de licor de naranja o Aperol, una parte de vino blanco y una parte de seltz o sifón y hielo. También se puede hacer con Campari en lugar de Aperol pero a mi me gusta más con Aperol. Después del aperitivo buscamos un restaurante para comer pues en Italia comen mucho más pronto que en España, allí a partir de las doce y cierran más pronto. Al final dimos con un restaurante que nos pareció bien y comimos unos tagliately con setas u hongos, tenían un olor fuerte y la pasta parecía fresca y estaban buenísimos. Después nos fuimos en un taxi a la estación del tren para regresar a Venecia. No queríamos llegar tarde no fuera que hubiera aguas altas como el día anterior.


Tomando un Spritz


Foto tomada en los soportales de la plaza San Marcos con las aguas altas.

Tuvimos suerte que ya no hubieron más aguas altas, pero el día anterior tuvimos que comprar una especie de botas que vendían un señor en una esquina ya que si no, no hubiéramos podido salir del hotel. La verdad es que fue muy divertido.

Al día siguiente ya no llovía y pudimos dar un largo paseo y conocer otros sitios de la ciudad, uno de ellos fue el gueto judio (del italiano ghetto) (dicen que aquí fue donde se originó la palabra gueto) que significa Judería marginada dentro de una ciudad.

La de calles de agua y puentecitos que hay en Venecia es increíble. Luego las zonas están muy bien indicadas por lo que no es difícil perderse.



Este es el famoso Puente de los Suspiros que une el Palacio Ducal con la antigua prisión de la Inquisición.



Este otro es también muy famoso, es el puente de Rialto el más antiguo de los cuatro puentes que cruzan el Gran Canal.

Bueno allí nuestra dieta fue a base de pasta y pizza, muy bueno todo, de los platos que comimos el que más me gustó fue el de los tagliateli con hongos. La otra vez que estuvimos en Italia también comí Tagliateli pero a la trufa, muy ricos también.



Spaguetti fresco con sepia


Spaguetti fresco a la boloñesa

Una de tantas pizzas al horno de leña


Atardecer en Venecia




Palacio Ducal a la izquierda



Gondolas

¡Adios Venecia Perla del Adriatico!