Nala es nuestra perrita desde 1998, se la trajeron los reyes a nuestros hijos. Es una Fox Terrier, muy cariñosa, lista y con mucho caracter. Nala es el testigo mudo de nuestra vida, forma parte de nuestra familia y nos hace mucha compañía.
Cada mañana cuando me estoy arreglando para ir al trabajo, tengo a Nala debajo de una banqueta de mi dormitorio o pegada a la puerta del mismo, tantos pasos de yo por la casa, tantos pasos da Nala, ya sabe que cuando me quito las zapatillas y me pongo los zapatos es el momento en que bajamos a pasear.
A Nala le encanta asomarse por la terraza y ladrar a los viandantes y a los perros grandes, pues cree que ese es su territorio y se lo están invadiendo.
Este es Zeus saludando a Nala.
El paseo es dar la vuelta a la manzana y casi siempre nos encontramos más o menos las mismas personas paseando a sus respectivos perritos o perrazos, a veces me encuentro con Manolo un vecino muy madrugador que viene ya de pasear a Zeus su Chow Chow,de él y de Mikel, intercambiamos unas palabras, a Nala le cae bien Zeus, creo que es el único perro grande que le cae bien, pues a los demás les ladra como una loca, y es que Nala a pesar del cariño que nos profesa tiene su temperamento, como todo Fox Terrier; otras veces nos encontramos con Sugar otra Fox Terrier como ella, pero no se dicen mucho, Sugar hace mérito a su nombre, parece muy dulce. Ocasionalmente también nos encontramos con Gloria una señora argentina que tiene un un Bichon Maltés que se llama Toy, muy bonito, parece un peluche. A la que hace tiempo que no nos encontramos es a Lala una perrita Westy muy mona, su dueña Pachi y yo nos conocimos por los perritos e hicimos muy buena amistad, solo que ahora viaja mucho y casi ya no nos vemos. Está también una señora que vivió muchos años en las Filipinas y tiene un perrito de raza Pinscher que se llama Wako, en invierno siempre va con su jersey rojo. Ayer me pareció ver a Gilberto con Ortos un caniche muy fino que siempre va reluciente pues su dueña Carmen la mujer de Gilberto trabajó en una peluquería de animales y lo tiene como los chorros del oro, se habían ido a vivir a Barcelona, pero parece que han vuelto
Nala y Toy saludándose y Toy solo.
. Wako también es un buen amigo de Nala.
Ortos es un perrito muy alegre.
Este es Aaron un Braco de Weimar, su dueño es el veterinario de Nala. 
Aquí tenemos a Lala que ya vino de viaje con su dueña. 
Esta es Loa muy amada por sus dueños. 
Y no podía faltar Tony un Podenco Andaluz primo de Loa.
He aquí a los primos.
La de gente que uno puede conocer por medio de un perrito y la compañía que pueden hacer a una persona que se encuentre sola, sobretodo a una persona mayor y aunque no esté uno solo. Además a los niños les enseña a respetar a los animales, a cuidarles. Ahora que aquellos que compran un animal por capricho para cuando se van de vacaciones los abandonen, por favor, que no los compren. Es muy triste dejar abandonado a un animalito que ha formado parte de tu hogar y que te quiere. Pensadlo bien antes.
Hay una historia muy bonita que ha escrito mi marido sobre Nala y espero que la publique en estas páginas. Y también invito a mis hijos a que escriban algo sobre Nala, pues seguro que tienen alguna anécdota.
