viernes, 14 de septiembre de 2012

VIAJE A LOS PICOS DE EUROPA




A mi amiga Pachi.



Cada verano cuando vamos a La Bañeza hacemos alguna pequeña excursión por Tierras Leonesas, este año estaba buscando a donde podríamos ir y la idea me la dio mi sobrino Fernando, aunque él aún no lo sabe, todo fue porque vi una alusión de él en el facebook sobre Caín y de ahí que se me ocurriera. Lo curioso es que también arrastramos a nuestro hijo y a su novia hasta allí y también a los padres de esta que habían venido a España pues son de procedencia mexicana, ellos estaban haciendo excursiones por el norte y quedamos de vernos en Posada de Valdeón a unos 9 km de Caín.


Era un jueves de Agosto y la mañana estaba algo fresca cuando salimos de La Bañeza. Al pasar por Riaño (el pueblo de Inmanol Arias) no pudimos por menos que hacer un alto en el camino para hacer fotos del embalse. ¡Qué belleza! y que fresquín más bueno hacía después del calor que habíamos pasado este mes, aunque aquí en invierno deben pasar bastante frío, pues hiela y nieva y seguro que han agradecido el calor.


Después de hacer unas cuantas fotos, subimos corriendo al coche para no pasar frío.

  
Seguimos ruta hacía Posada de Valdeón, pero nada más salir a la carretera, nos encontramos con un jinete que llevaba un chaleco reflectante, sombrero cow-boy y una vara, delante de él iba una manada de caballos que invadían toda la carretera, puede que los llevaran al campo a pastar. Delante de nosotros iban tres coches que no podían pasar a causa de los caballos, así es que todos a paso mosca pues el jinete no hacía intención de apartarlos a un lado para dejarnos pasar, hasta que el primer coche se animó y empezó a adentrarse casi entre los caballos y así logró pasar, y todos pegados a el logramos pasar,  pues ya hacíamos cola, momento muy oportuno para hacer una foto a los caballos.





 La siguiente parada fue en el Mirador Pandetrave, donde hay un cartel que te explica como se formaron los Picos de Europa y  se observa el macizo central que es el que veis en la primera foto.


Hacía un cielo azul divino y el viaje estaba siendo muy agradable. 



Llegamos a Valdeón hacía las 12,30 y enseguida vimos el aparcamiento del hostal, cuando entramos en el hostal  sonaba en la radio una canción antigua que me transportó a los años 70, aquello me gustó, nos atendió Maite la dueña y nos dijo que nuestro hijo y los demás aún no habían llegado. 



El Hostal Corona es un edificio de tres plantas, abajo cuando entras tienes a la izquierda un salón y la cocina, a la derecha el bar y el comedor y de frente la escalera que va a las habitaciones. A nosotros nos dieron la habitación central que es la de la bandera española la cual estaba bastante bien.



No tardaron mucho en llegar nuestro hijo y acompañantes y después de las presentaciones dimos una vuelta por el pueblo, en el cual se respiraba una gran paz.

Tomamos un aperitivo en el hostal y pasamos al comedor. Aquí hacen siempre el menú del día  (12€) con varios platos para elegir de primero y de segundo. Ese día unos comieron macarrones, otros sopa de pescado y otros alubias pintas de La Bañeza y de segundo unos se decantaron por el pescado y otros comimos codillo, he de decir que todo estaba riquísimo, de postre creo que eran natillas, arroz con leche, etc. 

Por la tarde nos fuimos a hacer una ruta y a saborear la sana naturaleza.



Como no quiero aburriros mucho ese día cenamos en un restaurante que estaba muy bien, se llama el Desván, de ahí recuerdo la ensalada de quesos tan buena que comimos y un vino blanco cuyo nombre no recuerdo (ya os diré), aunque si he de ser sincera todo lo demás estaba excelente.


Y por fin el día D, a las 9 de la mañana nos reunimos todos en el comedor del hostal para desayunar y aunque parezca sencillo el desayuno, la verdad es que estuvo fantástico, zumo de naranja, café con leche, magdalenas, sobaos y rebanadas muy finas de pan de hogaza tostadas, mermelada y aquí la estrella era la mantequilla la cual la fabrican en el mismo Valdeón donde también hacen un queso de fama tipo Roquefort.

Una vez listos nos dirigimos hacía Caín, el cual está a 400 metros sobre el nivel del mar, mientras que Valdeón está a 900, la carretera es muy estrecha y con curvas, hay que extremar la precaución en ella. El paisaje es encantador y  por estos parajes se encuentra la ermita de La Corona donde dicen que fue coronado Don Pelayo. Hay otros dos puntos de interés como el Mirador del Tombo y el Chorco de los lobos.

Ya en Caín no nos costó trabajo en encontrar aparcamiento hay varios aparcamientos a 3€ por día, pero es que no hay mucho espacio donde aparcar, pero por lo menos te aseguras de que el coche esté bien.
En Caín hay varios restaurantes y alojamientos y alguna tienda de souvenirs, yo me compré un palo que pone Ruta del Cares - Caín y la verdad que hice muy bien pues me sirvió de apoyo en la ruta y lo aconsejo.
Y por fin comenzamos la ruta no pensábamos hacerla completa pues no estamos acostumbrados a caminar tanto pero  haríamos como 3 km e hicimos muchas fotos, la vuelta fue más rápida porque no hicimos ninguna.




Al regreso nos tomamos una buena cerveza en la terraza de una especie de fonda - bar - restaurante y una vez repuestos buscamos un sitio para comer, allí hay varios sitios en todos tienen el menú del día y hay bastantes platos de primero y de segundo, en el que nosotros estuvimos comimos muy bien, mi marido y yo pedimos garbanzos con callos de primero y de segundo cordero asado pan,  postre y bebida por 13€. Estaba bueno pero el menú mejor era el del Hostal Corona en Posada.

Regresamos al hostal y descansamos un poco, por la tarde paseamos por el pueblo y estuvimos viendo como jugaban a los bolos, un juego leonés que no había visto antes.







A la mañana siguiente después del suculento desayuno, nos despedimos pues mi hijo, la novia y los padres iban a seguir visitando el norte y nosotros regresamos a La Bañeza.
Si os interesa saber más sobre este juego podéis ir a http://es.wikipedia.org/wiki/Bolos_leoneses



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